¿Qué es el integrador social? Seguro que ya has escuchado hablar de él, pero ¿sabes qué es y cuáles son sus funciones? ¿Necesitas saber más? Continúe leyendo este artículo para descubrir todo lo que necesita saber sobre el integrador social.
El integrador social es el profesional capacitado para intervenir en diferentes grupos sociales para prevenir y/o solucionar cualquier situación de exclusión y marginación. Esto lo hace mediante intervenciones específicas a través de actividades como asesoramiento y formación en charlas, talleres, cursos formativos, reuniones individuales, etc. Una de las competencias fundamentes de la figura del integrador, es la intervención directa con personas o grupos de personas que se encuentran en situación de riesgo social o de exclusión, a través de la organización, programación y evaluación de tales intervenciones. Para ello se cuentan con una serie de herramientas psicosociales, con las que se trata de promover la igualdad de oportunidades. A la vez, estos profesionales también asumen un papel de mediadores, tanto entre personas como entre grupos sociales, aplicando las técnicas y estrategias necesarias para resolver conflictos de forma eficiente.
Para que el trabajo de la integración social sea eficaz, es fundamental que el profesional conozca el contexto en el cual se va a realizar la intervención, ya que solo así podrá brindarse un acompañamiento integral a las personas en situación de riesgo. El integrador es capaz de poner en práctica una serie de procesos que facilitan la incorporación de los individuos, pero también implementa acciones enfocadas a transformar el entorno o entornos donde se produce la exclusión. Y todo esto teniendo en cuenta que el proceso de integración se lleva a cabo en una sociedad compleja y cambiante, y con individuos o grupos de personas que se encuentran al margen de la sociedad, que en la mayoría de los casos no pueden determinar sus propias necesidades, y a quienes hay que ayudar para ofrecerles oportunidades que faciliten su incorporación social.
Un integrador social puede desempeñar sus funciones en ámbitos muy diversos, ya que el ser humano es multifacético y se desarrolla en diferentes aspectos y dentro de distintos grupos, como la familia, el trabajo, la educación, y todo ello dentro de un país y un continente. Por las características innatas del ser humano como ser individual y social a partes iguales, la integración social es algo fundamental para la estabilidad psíquica de las personas, e incluso para su bienestar físico. A continuación desgranamos algunas de las funciones más relevantes del trabajo de este tipo de profesionales.
Residencias de ancianos o centros de día
Uno de los colectivos con mayor riesgo de exclusión social son los ancianos, y la figura del integrador social es cada vez más soltada en las residencias para personas mayores. Con sus intervenciones se busca fomentar un envejecimiento saludable, tratando de brindarles la máxima independencia, a la vez que se apuesta por unas relaciones sociales fluidas y satisfactorias entre las personas que conviven, para una calidad de vida óptima independientemente de la edad. En la práctica, el profesional evalúa por separado a las personas de la residencia para entender cuáles son sus necesidades individuales y tratar de resolverlas. Para esto se desarrollan proyectos y programas de actividades que tienen como objetivo potenciar la autonomía social y personal de los ancianos, a la vez que se les ayuda a mejorar sus capacidades de comunicación y se les brindan técnicas que les sean útiles en su vida cotidiana.
Centros educativos
El integrador social es una figura muy necesaria también en los centros escolares, ya que pueden colaborar directamente en el desarrollo de autonomía personal y habilidades sociales de alumnos en situación de riesgo. En muchos casos se encargan de intervenir de forma directa para evitar conflictos que pueden desencadenarse entre los jóvenes. A la vez, ayudan a los estudiantes y a sus familias a integrarse de la mejor manera en la vida diaria del centro. Otra de sus funciones es elaborar programas específicos para la formación de los demás alumnos, de forma que contribuya a desarrollar la capacidad de aceptación del entorno escolar.
Centros de inserción o de acogida
En este caso el integrador social trabaja para favorecer la integración, a nivel social y laboral, de colectivos con escasos recursos o extranjeros. Se realizan intervenciones individuales para desarrollar las capacidades y habilidades de cada persona, además de trabajar otros aspectos transversales como el desarrollo personal, la interculturalidad, el idioma, etc., y también se presta asesoramiento jurídico.
En definitiva, este profesional desempeña su activad en el sector de los servicios a las personas y/o en el sector de servicios socioculturales, ya que la integración debe trabajarse desde dos niveles, el individual y el comunitario.